Fiestas del Cristo de Balaguer en Garzón
Miguel Ángel Revilla y José María Mazón acuden a la romería del Cristo de Balaguer en Garzón.
Como en años anteriores, el Presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha asistido a la tradicional romería del Cristo de Balaguer en el Barrio Garzón de Solórzano. A la fiesta también han asistido otras personalidades como el Consejero de Obras Públicas, José María Mazón, el Director de Servicios y Atención a la Ciudadanía, Bernardo Colsa y la Alcaldesa de Solórzano, Gema Perojo.
Esta festividad, que sea celebra en torno a la ermita del mismo nombre, es una de las romerías más populares de Trasmiera y congrega cada año a cientos de fieles. Este año, coincidiendo en domingo, ha sido muy destacable la asistencia de público. Es una fiesta que guarda el sabor tradicional de las romerías de pueblo. Los vecinos y visitantes disfrutan de la comida en familia por los prados, donde preparan las marmitas, hoyas ferroviarias y paellas. Hay música y actuaciones durante toda la jornada.
Los actos han comenzado a las 13:00h con la solemne misa en la ermita del Cristo, a la que han asistido los representantes del Gobierno y el consistorio. A continuación se ha celebrado la tradicional comida popular, con el reparto de paella en el que han colaborado las autoridades. Durante la tarde se han realizado exhibición de deportes rurales y salto pasiego. La parte musical correspondió a Carmen Cuesta y a Los `Güeyos de la Montaña´ que llenaron la plaza de Garzón con canciones montañesas y asturianas. Los más animados han participado en el concurso de pasodobles y la fiesta se ha despedido con la verbena hasta entrada la noche.
El barrio de Garzón se ubica en la zona alta que separa los municipios de Solórzano y Anero, en la Merindad de Trasmiera. Es una de las fiestas más populares de la región y con el paso de los años se ha consolidado como una de las
romerías más multitudinarias de la zona. Abrazada por arbolado autóctono, áreas recreativas y exuberantes prados, la ermita del Cristo es un símbolo para los oriundos. Un reto es alcanzar la ermita, a la que se llega tras subir una rampa de 24% de desnivel en el tramo más duro de una ascensión de poco más de dos kilómetros desde Solórzano. Muchos vecinos y devotos del Cristo, realizan la subida a pie desde Solórzano, Riaño o Anero, a modo de peregrinación. Los prados en torno a la ermita se llenan de visitantes, ataviados de comida y bebida, que pasan el día en familia disfrutando del ambiente festivo. Los vecinos de Solórzano y municipios limítrofes honran esta celebración satisfechos por compartir y conservar las costumbres y tradiciones de los pueblos de Cantabria.